Este texto que viene a continuación es una carta remitida a los medios de comunicación impresos en Navarra, dos, y que proviene de la indignación que producen las gestiones cuando no se hacen, a mi juicio, bien.
Tras haber leído la noticia y
declaraciones de la directora de la Escuela de Idiomas de Pamplona sobre el
posible adelanto de la finalización del curso por la excesiva matriculación de
alumnos por libre de inglés y Euskara, no me resisto a manifestar que los días
que hemos pasado los alumnos a costa de la rumorología y falta de noticias
oficiales han sido tan indeseables como la incapacidad de gestionar un problema
que para cualquiera de nosotros era tan fácil de resolver como el aplicar un
número limitado de matriculaciones, como en la enseñanza oficial, o haber
previsto el refuerzo de profesorado con antelación, ya que por la vía de
anticipar la finalización del curso solo hacía pensar que el próximo año este
acabaría en Semana Santa, o antes y al albur de no se sabe si la dirección o la
consejería de educación. Qué solución buscar, lesionar el calendario laboral de
los trabajadores, o el calendario lectivo y provocar las iras del alumnado y
alimentar las excusas de pancarteros, asamblearistas y autores de anónimos que,
para colmo, se cuelgan en los tablones de la Escuela y en los que incluso se
critica al profesorado por motivos ajenos y por hacer su trabajo, y ya de paso,
desestabilizar la paz del centro. Ni se ha contado con el Consejo Escolar (Sra.
Caballero, en cuántas actas figura su ausencia), ni con los Delegados de curso,
entre los que me encuentro, a los que nos ha llegado la información de la
continuidad del curso como estaba previsto esta misma mañana, cuando ya lo
habíamos leído en la prensa. Una vergüenza para un centro que ha costado mucho
levantar y que no se merece estas gestiones. También podríamos hablar de la
privatización del CEIN, pero ese es otro tema.
Atentamente.